Sobrecarga de hierro
También conocida como hemosiderosis, esta enfermedad consiste en un exceso de hierro en la sangre que no está relacionado con la alimentación, sino con alguna de las siguientes causas:
- Herencia genética: la persona nace con un gen defectuoso que hace que el cuerpo almacene demasiado hierro
- Consumo de tabletas de hierro durante más de 10 años.
- 10 o más transfusiones de sangre a lo largo de la vida (equivalentes a 20 unidades de 250 ml), por causa de enfermedades que así lo requieren, tales como:
- Drepanocitosis
- Talasemia mayor
- B-Talasemia
- Síndrome Mielodisplásico
- Aplasia Pura de Célula Roja
- Esferocitosis
- Síndromes de Fallo Medular
- Anemia de Fanconi
- Anemias Aplásicas Adquiridas
Por este motivo, es muy importante que la persona afectada lleve el control del número de transfusiones que ha recibido, pues así podrá solicitarle a su médico el examen respectivo (prueba de Ferritina Sérica), para determinar si precisa o no recibir el tratamiento debido (flebotomía o quelante de hierro).
Importancia del hierro
El hierro es indispensable para el desarrollo de funciones vitales en el organismo humano, y una dieta balanceada es suficiente para satisfacer los requerimientos diarios de este mineral. Así, el hierro de los alimentos es absorbido en el estómago y posteriormente procesado en los intestinos.
En condiciones normales, el 70% de este hierro es utilizado por la hemoglobina (principal componente de los glóbulos rojos), para transportar el oxígeno a todos los tejidos de nuestro cuerpo; un 28% se almacena como reserva en órganos como el bazo y el hígado, y el porcentaje restante es desechado mediante las heces, la orina y el sudor.
Cuando por diferentes razones el hierro se acumula en el cuerpo no es capaz de expulsarlo, se produce una sobrecarga que puede resultar sumamente grave.
Síntomas
En una primera etapa los síntomas de la sobrecarga de hierro suelen ser muy generales, lo cual no favorece el diagnóstico temprano de esta afección.
- Dolor abdominal
- Fatiga
- Somnolencia
- Oscurecimiento generalizado de la piel (a menudo denominado como bronceado)
- Dolor articular
- Falta de energía
- Pérdida del vello corporal
- Pérdida del deseo sexual
- Pérdida de peso
- Debilidad
Daños en órganos
No obstante, en una etapa más avanzada, la sobrecarga de hierro puede producir lesión en órganos vitales como el corazón, el páncreas y el hígado, los síntomas son los siguientes:
- Hígado: cirrosis, hepatitis, carcinoma
- Falla cardiaca (arritmias)
- Diabetes Mellitus
- Infertilidad
- Retraso en el crecimiento
- Problemas en los riñones
- Daño en el cartílago
- Disfunción eréctil
Por esta razón es muy importante realizar un diagnóstico temprano y certero para que la persona inicie a tiempo el tratamiento adecuado y así evitar daños irreparables a los órganos, o incluso la muerte.
Diagnóstico
El tamizaje de ferritina (prueba de Ferritina Sérica) es el procedimiento más fácil de realizar y el de más bajo costo, para detectar el exceso de hierro en el organismo, sin embargo, existen otras pruebas complementarias que resultan útiles para un correcto diagnóstico, tales como:
- Perfil de hierro
- Bioquímica sanguínea
- Pruebas de función hepática
- Resonancia magnética
Tratamiento
Existe en el mercado una familia de medicamentos, en tabletas e inyectables, llamados quelantes de hierro, que se encargan de atrapar el hierro en exceso y expulsarlo del cuerpo a través de la orina, y con ello prevenir daños irreparables a los órganos.
Los niveles normales son los siguientes, de manera que si son mayores que éstos es preciso el control médico:
- Hombres: 12-300 ng/mL*
- Mujeres: 12-150 ng/mL
* ng/ml = nanogramos por mililitro
